Más indocumentados podrían estudiar universidad en Massachusetts

Todo hacía parecer que el guatemalteco Mario Rodas podría ir a la universidad en Massachusetts.

Tenía ciertamente la capacidad académica, luego de haber tomado clases de inglés como segundo idioma. Cuando cumplía su último año en la escuela secundaria de Chelsea, rindió exámenes de colocación avanzada para estudiar la universidad.

Todo se complicó cuando llegó el momento de analizar cómo pagar sus estudios. En vista de que llegó a Estados Unidos como inmigrante indocumentado en 2005, Rodas no alcanzaba el beneficio que tienen los nacidos en Massachusetts de cuotas preferenciales para la universidad pública, así que tendría que pagar sus gastos de enseñanza como si se tratara de un residente de otro estado, algo que él no podría darse el lujo.

Si hubiera vivido en Texas o Utah, estados que aún permiten a los estudiantes indocumentados pagar matrículas de residente, Rodas, ahora de 22 años, ya se habría graduado.

"Año tras año tenemos cada vez más estudiantes en el limbo", dijo Rodas. "Y todos los años tenemos estudiantes que se van a otros sitios para aprovechar (las matrículas más baratas). No lo entiendo", agregó.

Casi tres años después de que la Cámara de Representantes de Massachusetts rechazó una iniciativa de ley que habría permitido que los inmigrantes sin papeles asistieran a universidades públicas con cuotas de residentes del estado, los legisladores se preparan a revisar el asunto.

Los activistas dicen que otros 10 estados, incluso algunos dominados por legisladores conservadores, han aprobado ese tipo de legislación con apoyo bipartito, así que los defensores de los inmigrantes no ven ninguna razón por la cual Massachusetts, un estado controlado por demócratas, no haga lo mismo.

El asunto ha sido fuente de frustración para los activistas en este estado de tendencia liberal, que fue el primero en legalizar el matrimonio gay y el único hasta ahora que obliga a todos sus residentes a contar con seguro médico.

"Massachusetts está al frente en tantas cosas", afirmó Harris Gruman, director ejecutivo del gremio de burócratas Service Employees International Union Massachusetts State Council. "Pero en esto, Massachusetts va a la zaga", agregó.

Los estudiantes indocumentados planean lanzar una campaña en la que cabildearán a los legisladores importantes en la que les relatarán sus experiencias en reuniones cara a cara. Entretanto, los activistas han creado una coalición de partidarios que incluyen a miembros de sindicatos y líderes empresariales y académicos, algo que faltaba en 2006.

La senadora estatal Sonia Chang-Diaz, demócrata por el distrito de Boston, dijo esperar que el Comité de Educación Superior del estado realice audiencias sobre el tema este año o a inicios del próximo. Chang-Diaz, una copatrocinadora de la iniciativa de ley, dice que el plan tiene más probabilidades esta vez, con más esfuerzos de cabildeo y con el apoyo del gobernador demócrata Deval Patrick. El entonces gobernador Mitt Romney, un republicano, se opuso a la iniciativa en 2006.

Actualmente, 10 estados norteamericanos _ California, Illinois, Kansas, Nebraska, Nueva York, Nuevo México, Texas, Utah, Washington y Wisconsin _ tienen leyes que permiten que los estudiantes indocumentados paguen las mismas matrículas que los residentes legales del estado. Oklahoma derogó su ley en 2008.

En tanto, cuatro estados _ Arizona, Carolina del Sur, Colorado y Georgia _ han aprobado leyes que prohiben específicamente que los indocumentados puedan pagar cuotas como residentes estatales.

Steve Kropper, codirector de la Coalición de Massachusetts para la Reforma de Inmigración, un grupo que busca crear restricciones a la inmigración, dice que los residentes de Massachusetts han sido generalmente abiertos a la inmigración, pero que siguen resistiéndose a concederle cuotas preferenciales a los inmigrantes sin documentos o permitirles licencias para manejar.

"No tiene sentido económico para nosotros", explicó Kropper. "Si no pueden conseguir un trabajo cuando acaben (la universidad), entonces no tiene sentido que el estado invierta en ellos", afirmó.

Rodas, a quien se le concedió asilo en Estados Unidos, dijo que la mayoría de los estudiantes inmigrantes que podrían beneficiarse de la propuesta llegaron a este país cuando eran jóvenes, por lo que culturalmente ya son estadounidenses.

"La mayoría de estos estudiantes ahora hablan inglés mejor que su idioma natal", dijo Rodas.

Según el Departamento de Educación Superior de Massachusetts, la cuota promedio que pagan actualmente los residentes del estado en universidades públicas es de 9.704 dólares anuales, en comparación con el gasto para un no residente que es de 22.157 dólares. El costo promedio en una universidad pública comunitaria es de 4.305 dólares, menos de la mitad del gasto para un no residente, que es de 10.811 dólares.

La Fundación de Contribuyentes de Massachusetts estima que entre 400 y 600 estudiantes indocumentados podrían entrar en las universidades de Massachusetts si se aprueba la iniciativa de ley, lo que probablemente requiera de unos 2,5 millones de dólares extra.


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