Un total de 813 extranjeros, en su mayoría de origen centroamericano, fueron asegurados durante el 2009 en el estado de Chihuahua por el Instituto Nacional de Migración (Inami) después de ser detectados sin documentos legales en su tránsito hacia la frontera, por donde tenían la intención de internarse a los Estados Unidos.

Entre los detenidos destaca una veintena de ciudadanos estadounidenses deportados por diversos motivos, entre ellos el haber estado presos por delitos cometidos en ese país.

La cifra de aseguramientos es menor en un 60 por ciento a la registrada en el 2008, cuando se detectó a 2 mil 13 ciudadanos sin su documentación respectiva.

Este año, los aseguramientos bajaros debido a que los flujos hacia Estados Unidos también disminuyeron, indicó la delegada regional del Instituto Nacional de Migración (Inami), Julieta Núñez González.

“Hay una disminución con respecto al 2008, posiblemente una de las causas a las que se atribuyen fue la crisis económica”, dijo la funcionaria.

Entre los asegurados destacan personas originarias de Guatemala, que representan el 56 por ciento de los 813 extranjeros asegurados.

Le siguen los hondureños con un 18 por ciento del total, los salvadoreños con un 15 por ciento y los ciudadanos de Estados Unidos con un 3 por ciento, mientras que un 2 por ciento son originarios de China.

De acuerdo con archivos periodísticos, durante el 2008 el número de extranjeros asegurados por el Instituto Nacional de Migración (Inami) se duplicó en el estado de Chihuahua en relación al año 2007, indican datos de esa dependencia federal.

Mientras que el año 2007, un total de mil 25 personas fueron detectadas por encontrarse sin su documentación legal en México, en el 2008  fueron asegurados 2 mil 13 ciudadanos de otros países, refieren los informes. En tanto, en el último año, fueron 813 los ciudadanos de otros países asegurados sin ‘papeles’ legales.

En su mayor parte, los centroamericanos tenían el objetivo de llegar a Estados Unidos para encontrar una mejor vida económica, de acuerdo con organizaciones no gubernamentales.

En el caso de los ciudadanos de Estados Unidos, la mayor parte fueron expulsados de México por las autoridades migratorias luego de enfrentar procesos penales o tras cometer faltas administrativas que merecieron su detención por parte las corporaciones preventivas.

En el menor de los casos, se trata de viajeros estadounidenses que intentaban internarse al país sin la documentación correspondiente y que fueron detectados por personal del Inami y sometidos a la deportación por infringir las leyes de migración mexicanas.