Los cuerpos decapitados de dos hombres, uno de ellos policía municipal, fueron localizados los primeros minutos de este domingo en el fraccionamiento Los Nogales.
Las víctimas estaban vestidas de mujer y en sus vientres les pintaron con marcador negro la cara de un cerdo y un alacrán.
En la misma parte anatómica les escribieron la leyenda: “esto es por los que siguen sin creer”, revelaron fuentes extraoficiales.
La Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte informó que los fallecidos ingresaron al Servicio Médico Forense en calidad de desconocidos, sin embargo, agentes municipales que acudieron al lugar de los hechos identificaron a su compañero como Carlos Pando Meléndez.
La otra persona al parecer respondía en vida al nombre de Aníbal Hernández y aunque trascendió que también era policía, esta versión no fue confirmada por las autoridades competentes.
El protocolo de comunicación establece que los cuerpos fueron localizados en las calles Plan de Guadalupe y Plutarco Elías Calles en el fraccionamiento Los Nogales.
Ambos cadáveres estaban sobre sus espaldas en plena vía pública.
Una de las víctimas medía aproximadamente 1.75 metros de estatura, era de complexión regular, tez morena clara y cabello corto oscuro, quien vestía ropa interior de mujer.
Esta persona, identificada como Carlos Pando Meléndez, sufrió además de la decapitación, la mutilación de las piernas.
El segundo cuerpo era de 1.70 metros de estatura, de complexión regular y tez morena, también llevaba puestas prendas femeninas y fue decapitado. Cerca fueron colocadas dos cartulinas con leyendas amenazantes y ambas víctimas tenían mensajes y dibujos en el pecho y el abdomen.
Durante la semana que termina cuatro hombres fueron decapitados y en todos los casos los asesinos dejaron narcomensajes a un lado de sus víctimas.
“Los grupos criminales han evolucionado con sus mensajes. Algunas veces se trata de ajustes entre ellos mismos y los quieren exhibir (a los muertos) entre su propia gente para evitar traiciones, no necesariamente implica que la víctima sea de un bando contrario”, explicó un policía municipal.
Agregó que hay varias células criminales en la ciudad que están en pugna que se identifican como “marranos”, “montaperros” y la “gente nueva”, entre otros.
Respecto a la saña empleada hacia las víctimas comentó que “les cortan la cabeza por ‘puercos’, porque se andan ‘marraneando’ con el jale”.
En el caso del alacrán, precisó que por muchos años éste ha sido el símbolo característico de Vicente Carrillo Fuentes. “Su mercancía (droga) siempre está marcada así, se supone que no se debe de tocar porque es de la ‘Línea’, de Vicente Carrillo Fuentes”, agregó.
Y en el caso de la vestimenta femenina que les ponen a las víctimas mutiladas – en la semana se reportaron tres cuerpos en estas circunstancias– refirió que es por “viejas”.
“El mensaje es humillar a las personas asesinadas y exhibirlas como ‘niñas’, se entiende que los mataron ‘por viejas y marranos’. Les están poniendo el sello pero esto no necesariamente implica que sean rivales, pueden ser del mismo grupo”, refirió el entrevistado.
Indicó que existen muchas leyendas en torno a la manera de ajustar cuentas entre los grupos criminales. Narró que hay sellos característicos de determinados criminales que para marcar a su víctima y que los rivales sepan quién fue.
“Por ejemplo está el caso de Luis Pablo Ríos Rodríguez alias ‘JL’ -identificado por la Procuraduría General de Justicia del Estado como líder de la ‘Línea’-, él siempre ha empleado una pistola calibre .38 súper y dispara una sola vez en la cabeza, ese es su sello”.
Era municipal
Uno de los hombres asesinados y decapitados ayer, con extrema saña, era agente de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), informó el vocero de esa dependencia, Jacinto Segura Garnika.
El elemento Carlos Pando Meléndez, de 32 años de edad, había ingresado a la corporación en octubre del 2006 y al momento de su muerte estaba asignado al Distrito Delicias.
El radiopatrullero era originario de Nuevo Casas Grandes, pero radicado en Ciudad Juárez desde hace 21 años.
“Efectivamente se trata de un elemento de la Secretaría, de Carlos Pando Meléndez agente de radiopatrullas del Distrito Delicias”, dijo ayer el portavoz.
Datos extraoficiales indican que el otro cuerpo corresponde a otro uniformado de la Policía local, Abel Fernández. Al respecto Segura Garnika dijo no tener datos.
Con este homicidio se incrementa a 33 el número policías asesinados el presente año.
Las estadísticas incluyen a nueve policías federales, a 10 municipales, a cuatro de la Agencia Estatal de Investigaciones, un tránsito, un custodio del Cereso, cuatro integrantes del Cipol, dos agentes del Ministerio Público y dos guardias de seguridad personal.
Esta cantidad, registrada en los primeros cinco meses de 2010, corresponde también a casi la mitad de los 67 casos de agentes asesinados en todo el 2009.
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